Como decía en este post, la autorregulación es una habilidad que se puede desarrollar. Los adolescentes, que experimentan una etapa emocionalmente convulsa, también pueden entrenarla. Cómo adultos podemos acompañar a los y las adolescentes para desarrollar la autorregulación.
Referentes en la adolescencia y autorregulación
Igual que decía en el artículo sobre autorregulación para niños y niñas, lo primero es ser modelos. Es decir, que tengan modelos en quien fijarse para aprender cómo hacerlo, viendo conductas autorreguladas en su entorno Además, verán coherencia en lo que les pedimos y lo que nosotros/as hacemos como adultos.
También podemos buscar referencias en nuestro entorno sobre autorregulación y desregulación, y las consecuencias que tiene cada cosa en diferentes momentos. Visualizar películas o cortos también puede ser de ayuda.
Nos autorregulamos practicando
Una vez tenemos referentes de donde aprender, experimentamos. Igual que proponía durante la infancia, tendremos que dar oportunidades y espacio a los y las adolescentes puedan practicar la autorregulación, sea con situaciones reales o «artificiales» es clave para que puedan ponerlo en practica, equivocarse (o no) y volverlo a intentar en la siguiente ocasión.
- Entrenar la inteligencia emocional
- Conocer vocabulario sobre emociones, practicar la empatía a través de cuentos o hablando, leer, escuchar a los demás (por ejemplo con círculos de diálogo)
- Reflexionar sobre qué pasa cuando no nos autorregulamos
- Introducir la meditación
- «Tranquilo y atento como una rana» o «Respirad» de Eline Snel o el canal de Vilma Montoliu (catalán y algunos en castellano)
- Nota: la meditación funciona y goza de mucha validación a nivel científico. Pero si aparecen emociones muy intensas durante la práctica y no se pueden sostener, hay que detener la práctica recurrir a un profesional que le pueda ayudar.
- Técnicas de respiración
- Respiración y afrontamiento
- Técnicas de respiración
- Practicar a través de juegos: juegos de rol o teatro, juegos que requieran de centrar la atención, o juegos que combinen momentos de mucha actividad con poca actividad (como el juego de las sillas, seguir el ritmo de diferentes músicas…)
- Ayudarles a descubrir todo aquello que les relaje o motive (deporte, actividad física, pintar, escribir, manualidades, relacionarse…), para experimentar momentos de calma y conexión con ellos mismos.
- Consciencia sobre la salud física (alimentación, actividad, descanso) y el impacto en nuestro cuerpo y nuestra mente. Es importante buscar fuentes fiables y actualizadas.
- Promover el descubrimiento de valores propios y de modelos o referentes.
- Poner consciencia sobre sus fortalezas personales y entrenarlas
- Practicar la compasión y aceptación
- Hablar. Saber que hay alguien con quien podemos hablar y que nos ayude a regular las emociones es un recurso de afrontamiento clave.
La adolescencia es un momento vital de transformación, en el que hay muchos cambios mentales y físicos. También es una época clave de experimentación y autodescubrimiento. La autorregulación puede ayudar a los adolescentes a actuar en coherencia con sus valores, aunque estos puedan cambiar, y a tomar decisiones no sólo observando el momento inmediato sino también de cara al futuro.
Si quieres saber más sobre autorregulación, puedes contratar un taller de autorregulación para adolescentes, escríbeme. También puedes suscribirte a la newsletter para recibir experiencias y recursos sobre gestión de conflictos. Este mes habrá un corto y ejemplos de referentes en autorregulación.