Mediación en Separación o Divorcio

Un proceso de mediación consiste en diversas sesiones en las que exploramos los diferentes temas relativos a la separación. Explorando las necesidades de cada parte para luego construir unos acuerdos que respondan a ellas. 

En cualquier caso, como mediadores en una separación o divorcio, velaremos por la protección de los menores.

Durante las sesiones, si así lo deseas, puedes venir acompañado por tu abogado/a o bien detener la sesión para hacerle consultas.

Durante este proceso, pasaremos por estas etapas:

1. Exploración inicial: contactamos con vosotros y valoramos si la mediación os puede ayudar.
2. Profundizamos en vuestros puntos de vista, lo que es importante para cada uno, vuestras necesidades y perspectivas de futuro.
3. Nos “alejamos” → con la ayuda del mediador, para verlo todo en perspectiva y encontrar los puntos de acuerdo. Si es necesario, usamos algunas técnicas de creatividad. 
4. Acuerdos → firmamos y cerramos el proceso. Si hay menores, estos acuerdos deberán pasar por un juez.

Un acuerdo de mediación tiene la validez de un contrato privado entre partes. Podréis darle la validez de una sentencia judicial a través de un juez o un notario.

Aunque en general no hay incumplimientos de los acuerdos de mediación, recomiendo acabar de cerrar la mediación con este último paso.

Siempre que haya menores, el acuerdo de mediación deberá ser ratificado por un juez.

La duración del proceso de mediación de divorcio puede variar dependiendo de varios factores, como la complejidad de los problemas a tratar, el nivel de cooperación entre las partes y la cantidad de sesiones requeridas. En general, la mediación de divorcio es más rápida que los procesos legales tradicionales, con una duración promedio de entre una semana y dos meses.

La mediación de divorcio es un proceso voluntario, lo que significa que las partes no están obligadas a llegar a un acuerdo. Sin embargo, la mediación se basa en la voluntad de ambas partes para resolver sus diferencias de manera colaborativa y encontrar soluciones mutuamente aceptables.

Si las partes no logran llegar a un acuerdo, pueden explorar otras opciones, como la conciliación, el derecho colaborativo o recurrir a un proceso legal tradicional.

La mediación de divorcio es un proceso flexible que puede abordar una amplia variedad de temas relacionados con la separación y el divorcio. Algunos de los temas comunes que se pueden tratar en la mediación de divorcio incluyen:

• División de bienes y propiedades: La mediación puede ayudar a las parejas a llegar a acuerdos sobre cómo dividir los activos, deudas y propiedades adquiridas durante el matrimonio, como hogares, vehículos, cuentas bancarias y otras posesiones.
• Plan de crianza y custodia de los hijos: La mediación puede ser especialmente útil para establecer un plan de crianza adecuado para los hijos, abordando temas como la custodia, el tiempo de crianza compartido, las visitas y la toma de decisiones sobre la crianza de los hijos.
• Manutención de los hijos o pensión alimenticia: La mediación puede ayudar a las parejas a determinar los términos y las responsabilidades financieras relacionadas con la manutención de los hijos, incluyendo la cantidad de la manutención y los plazos de pago.
• Pensión compensatoria: La mediación puede ayudar a las parejas a llegar a acuerdos sobre la pensión compensatoria, que es el apoyo financiero que una parte puede recibir de la otra después del divorcio, dependiendo de los ingresos, la duración del matrimonio y otros factores.
• Comunicación y resolución de conflictos: La mediación también puede abordar temas relacionados con la comunicación y la resolución de conflictos entre las partes, ayudándolas a establecer pautas de comunicación efectivas y a desarrollar habilidades para resolver diferencias de manera constructiva.

Si las partes no logran llegar a un acuerdo durante la mediación de divorcio, todavía tienen la opción de buscar otras vías para resolver sus diferencias. Esto puede incluir recurrir a un proceso judicial, donde un juez tomará decisiones sobre los asuntos pendientes, o buscar una concilicación, donde un mediador o experto en la materia proporciona una recomendación no vinculante para ayudar a las partes a alcanzar un acuerdo.

El mediador es imparcial y neutral. Eso quiere decir que no se pondrá a favor de ninguna de las partes ni tampoco propondrá acuerdos. El mediador trabajará en todo momento para poder llegar a acuerdos de manera que sean sostenibles en el tiempo.  En el caso de las separaciones, el mediador siempre velará por la proteccion de los menores. 

Sí, la mediación de divorcio es confidencial. Esto significa que lo discutido durante las sesiones de mediación está protegido y no puede ser utilizado como evidencia en un tribunal tal como dicen las leyes vigentes. La confidencialidad promueve un entorno seguro y propicio para la comunicación abierta, alentando a las partes a compartir sus preocupaciones y necesidades sin temor a que sea utilizado en su contra.

Si bien la mediación de divorcio es una opción valiosa para muchas parejas, no es adecuada en todas las situaciones. La mediación requiere un nivel de cooperación y disposición de ambas partes para participar de manera activa y colaborativa. Si hay un historial de abuso o si una de las partes no está dispuesta a comprometerse en el proceso, la mediación puede no ser apropiada. Contacta conmigo para una valoración sin compromiso.

El mediador redactará un acuerdo que tendrá la validez de un contrato privado entre partes. Para proceder a la disolución del matrimonio o de la pareja de hecho, el acuerdo será homologado por un juez o notario. En caso que haya hijos menores de edad o no emancipados, sólo lo podrá hacer un juez.